viernes, 17 de diciembre de 2010

¿¿¿Te veré en el desayuno???

Como toda gran urbe, la Ciudad de México siempre ha sido, es y será escenario de millones y millones de historias. En una de esas raras etapas de mi vida, puedo  decir que también formé parte de alguna de ellas, por lo que puedo asegurar que los escenarios que conforman a esa grande y desequilibrada ciudad son infinitos. Los hay de todos los niveles y de todos los gustos, por supuesto. Guillermo Fadanelli (1963) escritor mexicano del que puedes encontrar en su vasta obra, relatos, crónicas, ensayos, aforismos y novela, publicó en 1999 ¿Te veré en el desayuno? Lo supe al hacer una consulta bibliográfica, yo no conocí esa edición.
Para fortuna de los nuevos, asiduos y futuros lectores, Editorial Almadía tuvo en 2009 la genial idea  de volver a publicarla. En ella, Guillermo ha sabido aprovechar de una excelente manera ese gigantesco escenario, sacándole el mejor provecho y demostrando su maestría como escritor para crear  cuatro sublimes, bien logradas y entrelazadas  historias.
Aunque Fadanelli nos ofrece en ella un lenguaje sencillo y ágil, con el que nos facilita el engancharnos de inmediato con su relato, no es una novela de fácil digestión, ya que las historias que nos cuenta están unidas por el lazo que une a lo que se le podría llamar… una mediocre felicidad.
Cuatro historias, cuatro personajes principales, cuatro seres humanos comunes que viven en la ciudad de México. Un oficinista que sueña con llegar a ser gerente, que pasea entre aceras de la colonia condesa, soñándose convertido en algo que él mismo sabe… no podrá ser. Ulises (el oficinista) en una noche triste y solitaria conoce a Cristina, una mujer que dedica su vida a sexoservir a los demás, una mujer sola en la lucha por sobrevivir a las garras de la gran ciudad.
Olivia, una chica decente, inocente y educada que vive con sus padres, padece de un acoso del que nunca se da cuenta por Adolfo, su vecino, enamorado y obsesionado de Olivia es un tipo que heredó de sus padres el lugar donde vive, que presume de ser veterinario sin serlo. Busca hasta encontrar la manera de acercarse a ella.
Un hecho trágico e inesperado volcará las historias en un remolino de situaciones que unen a estas cuatro historias en una. Una historia en la que la Ciudad de México es el personaje principal, donde el enorme manto de su sombra cubre a estas cuatro personas, que sin ser consientes luchan por no asfixiarse, para seguir sobreviviendo y mantenerse dentro de los mínimos estándares que ellos mismos se marcan de lo que llamamos felicidad.
Una novela tequilera, es decir, cien por ciento mexicana, acompañada de sal y limón. Para beberse de un solo trago, un trago fuerte, seco y amargo. Que de primera te cala, pero que te terminará encantando. Esta novela también puedes encontrarla en formato para pantalla grande, adaptada al cine por Rodrigo Pizá.



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